martes, 20 de julio de 2010

BUSCANDO EL NIVEL DEL MAR


Como una duna de arena, que parece inmóvil pero se mueve lentamente hacia donde el viento la lleve, así se mueve nuestra duna, dejándose llevar por donde la guiemos a paso tranquilo, sin prisa y con pausas, a pesar de que el viento por momentos sopla fuerte. Por momentos con ganas de volverse árbol, y echar raíces, por momentos con ganas de arremolinarse en el primer ventarrón que pasa y viajar rápido hacia el próximo destino, y por momentos con ganas de cambiar el viento y regresar por dos horitas a su tierra.
Las dunas, que parecen inmóviles, que parecen muertas, albergan vida. La nuestra, alberga a dos almas soñadoras con ganas de conocer nuevos horizontes. Ella lo sabe, por eso nos acompaña y nos transporta…



Buscando estar (después de 3 meses) a nivel del mar, partimos de Nazca con nuestras mentes puestas en el encuentro con nuestro gran amigo el Pacifico. Luego de un par de horas llegamos a Paracas, un pueblo costero, donde nos encontramos con Facundo, Lucila y su hijo de 3 años, Leopoldo ( apodado por él mismo, “el niño viajero”), artesanos argentinos, que viajan en una trafic, luego de una breve charla fuimos a saludar a nuestro gran amigo Pacifico y a agradecerle por dejarnos disfrutar de su inmensa belleza.
Luego de un par de días en Paracas, donde nos sucedieron cosas muy lindas, como que unos pescadores nos regalaran muchos pescados y que Jorge, el cuidador de un restaurante, nos dejara cocinarlos y comerlos en el lugar, la decisión, con nuestros nuevos compañeros de ruta, fue ir buscando el norte.





















Queríamos conocer la capital de Perú, Lima, pero no lo queríamos hacer con los vehículos, así que fuimos hasta Lurin, una ciudad cercana y desde ahí fuimos a Lima en colectivo. Estando ahí conocimos a la Hermana Teresa, la superiora de un convento quien nos presto el baño, nos dió desayuno, cena y como si fuera poco, a Noelia le regalaron un montón de ropa (y era claro, la pobre parece una mendiga con su ropa desteñida y estirada).
Después de haber conocido Lima, agarramos la ruta panamericana norte, pasando por varios pueblos donde nos cruzamos con algunos personajes divinos, una señora que no podía tener hijos y le dijo a Lucila que quería alquilar un vientre por una buena suma de dinero (yo pensé que podría alquilarle el mío…pero no se si hubiese aceptado), también nos cruzamos con “mercurio” un vocalista de heavy metal, que nos destrozó los oídos con una canción metal a capela, Angelo un chileno que esta viajando solo por America, conocimos también a una pareja, Vilma y Juan Carlos que nos adoptaron por unos días, brindándonos todo lo que necesitábamos y más, abriéndonos las puertas de su casa, de su restaurante, y principalmente de sus corazones, haciéndonos creer que la gente linda existe, solo hay que buscarla. Todavía sin entender como dos personas en tan poco tiempo pudieron generarnos sentimientos tan fuertes dentro de nuestros corazones.
Simplemente GraciaS a todos











De pueblo en pueblo, mar, desierto y valles fuimos recorriendo el norte de Perú, viendo y teniendo la sensación de que en Perú, lo que no está vendido, esta concedido, y lo que todavía es del estado, se encargan de mantenerlo en las peores condiciones posibles, pero también felices porque hay cosas que no se pueden comprar ni vender, ni concesionar que es la bondad de su gente, la calidez y la hospitalidad, hemos vivido cosas muy lindas que no podemos detallar porque sino seria demasiado extenso, pero va a ser muy difícil olvidarse de esa gente que casi sin saber, viajan con nosotros dentro de nuestros corazones.









Hoy, ya estamos en Ecuador, en un bellísimos pueblo, llamado Puerto López, después de haber recorrido varios pueblos, como Manglaralto, donde estuvimos en la casa de Pocho, un hombre ya mayor que tiene una casa muy grande, que se podría decir que es la casa del viajero, te cobra algo irrisorio para que todo viajeros se puedan quedar sin problemas. En una charla nos contaba que esta es su forma de sentirse vivo, diciendo que se moriría si tuviese que vivir solo en su casa, por ese motivo su casa está abierta a cientos de viajeros que pasan al año por ahí. Esa casa es como una casa escuela de viajeros sin querer uno aprende y enseña al mismo tiempo.
















En Puerto López, nos alquilamos una casita con los chicos (Facu, Lu y Leo), abierta a quien quiera venir a visitarnos. El pueblo, es un pueblo pesquero que también vive del turismo, a este lugar en julio y agosto llegan las ballenas jorobadas a aparearse o a tener sus crías, por lo tanto hay varias agencias que ofrecen tours para ir a verlas.
En un principio íbamos a ir, pero optamos por no hacerlo ya que, como hace varios días que estamos aquí, nos enteramos como es el “sistema”, es lógico que esto sucedía, las acosan, las persiguen, no las dejan en paz, para que el turista se lleve su hermosa foto en su hermosa cámara. Son muchos barcos en el lugar, y no las observan “como deberían hacerlo”, a más de 100 mts, sino que se les ponen al lado, las persiguen, las encierran, y las pobres ballenas huyen estresadas. Siguiendo nuestra línea de pensamiento y sin dejarnos tentar por la oferta, decidimos, otra vez, no ser parte la maquinaria. Y a pesar de que seguramente es algo “único” ver a esos gigantes mamíferos a tan poca distancia, decidimos respetarlas y no contribuir con el acoso. Tratamos de ponernos en el lugar de las ballenas, y la verdad es que no nos gustaría que las ballenas hagan tours, para venir a espiarnos cuando estamos tratando de aparearnos en la carpa…seria algo incomodo…. Cientos de ballenas diarias, aplaudiéndonos o gritándonos…. Y la pregunta que no puede faltar… ¿vendrían las ballenas a vernos a nosotros? No creo.
Preferimos quedarnos con el recuerdo de esa que vimos desde la costa a cientos de metros, contenta y relajada y en su estado natural, viajando hacia el encuentro de su pareja, sin personas molestas cerca.












Para vos Vosotras que decias que yo no aportaba nada más que los anillos a la economia del viaje… aquí van un par de fotos de las nuevas super creaciones… recibo criticas.