jueves, 24 de diciembre de 2009

Saludos



Hola gente, despues de estar 3 meses en Palmitas, y de participar de cada una de las fiestas de la zona, llegó el momento de partir hacia la playa.
Vamos a estar hasta fines de febrero en Santa Ana, a 20 kms de Colonia del Sacramento.
En este link van a encontrar un saludo por las fiestas que nos pareció muy apropiado.
Aqui van unas fotos de nuestras artesanias.






lunes, 16 de noviembre de 2009

NUESTRO FUGAZ PERO INOLVIDABLE PASO POR BRASIL

En esta ocasión me toca a mi, Noelia, relatar parte de este viaje, ya que no es fácil hacerle escribir al gordito vaguito que tengo al lado…

Después de haber vivido varias aventuras, aprendizajes, y con nuestros corazones maravillados por todo lo vivido, había llegado la hora de ir a la casa de mi prima Renata. Para eso debíamos cruzar esa línea imaginaria y absurda, llamada frontera, y sin pensar demasiado, nos dirigimos hacia ella. Teníamos crédito en el celular, y nuestra idea era cruzar a Brasil y llamar a Renata desde el mismo, resultó, que a los 23 metros de cruzar la frontera, el celular se quedó sin señal, y nos quedamos sin poder hacer tan preciada llamada. No teníamos plata de Brasil (reales), no sabíamos el idioma, y no había cabinas telefónicas (locutorios) cerca. En una ciudad como Foz, que realmente atemoriza con su movimiento de autos, camiones y personas, lo único que nos quedó fue cambiar dinero en una estación de servicio para comprar una tarjeta de teléfono (que nos salió una fortuna). Cuando llamamos, no había nadie en la casa, y dejé un mensaje en el contestador que decía más o menos así: “hola soy Noelia, estamos en avenida Paraná, enfrente de una Shell, en un Duna cremita, bueno... de acá a un rato te vuelvo a llamar”, por supuesto que el mensaje lo dije muy rápido, con mi tono característico, entre un cordobés básico y un uruguayo canario. No tuve presente que Renata nació y vivió siempre en Brasil y, si bien habla español, no entendió nada del mensaje. Tampoco tuve en cuenta que el duna, nuestro auto, tampoco existe en Brasil, al menos no con ese nombre, así que el mensaje de S.O.S, no ayudó demasiado.
En fin, después de un rato volvimos a llamar y luego de un par de explicaciones, ya habíamos llegado a casa de Renata, Billy, su marido, Ceci y Karini sus hijas. Lo que vivimos con ellos en su casa fue maravilloso. Nos hicieron sentir en todo momento como parte de su familia y como si esa fuera nuestra casa. Compartimos largas charlas, con mate incluido, comidas deliciosas, comida que nos vino muy bien ya que en los últimos siete largos días habíamos comido nuestro mono alimento: sándwiches de verduras, intercalados con café con leche.
En la estadía en Foz conocimos un poco de la historia de esa tan famosa ciudad fronteriza, ya que comparte frontera con Argentina y Paraguay, del lado paraguayo la famosa ciudad Ciudad del Este, un Shopping gigantesco donde se consigue lo que te imagines por muy poco dinero, a donde cruzamos para comprar nuestro nuevo “memory stick”; también conocimos parques, la represa binacional, el marco de las 3 fronteras donde se ven Argentina y Paraguay, y algunos mitos y leyendas sobre cómo se formaron las cataratas.
Después de siete hermosos días, nos fuimos a Matelandia, a 70 kms de Foz, una ciudad chica, muy hermosa y con naturaleza abundante, a la casa de Olga y Gustavo (padres de Renata), era el cumpleaños de Gustavo y se reunía la familia (parte de ella), así que nos fuimos para poder estar del viernes al domingo con Luciana, otra prima, con quien también hacia 15 años que no nos veíamos.
Luciana vive con Matheus, su hijo, Valter, su marido y Gabriela que viene en camino (esta embarazada de 6 meses).
Pasamos un fin de semana muy lindo, miramos fotos viejas. Con Olga charlamos mucho. Ella es una persona muy muy buena. Es prima hermana de mi mamá, y cuando ella se fue a Brasil mantenían una comunicación vía carta, así que me encontré con un montón de recuerdos a través de las fotos.
Ella tiene dos hijos más, Antonino de 36 y Emiliano de 24. Antonino se fue a trabajar a Roraima, al norte de Brasil por dos años y Emiliano, es un aventurero. Se fue con dos amigos a recorrer parte de Brasil, 5mil kms, en bicicleta (http://www.nopedalporaventura.com.br/) es profe de educación física, ama la naturaleza y le encanta la aventura, quiere viajar por America en bici.
Con Olga charlamos un montón, nos encantó como persona. Antes de partir hacia la costa de Santa Catarina nos dio una bolsa con un montón de paquetes de galletitas, sardinas, nos cocinó una tarta de bananas, deliciosa, para que nos lleváramos.

Llegar a la costa nos costó unos dos días de lluvia, unos cuantos reales, unos cientos de kms, muchas curvas, caminos sinuosos y haber visto más de un accidente.
Llegamos a la playa Barra Velha, con muchas expectativas y con sol. En cuanto llegamos vaciamos el auto para secar nuestras cosas, comimos y esperamos a que bajara gente a la playa para vender “alguito”, lo cual nunca ocurrió.
Yendo para una estación de servicio a dormir, cruzamos por un parque de diversiones, llamado Beto Carrero, el cual nos llamó la atención porque tenía una gran torre y una montaña rusa muy grande. Decidimos parar a preguntar los precios, ya que si costaba menos de 20 reales, tal vez decidiéramos entrar. Cuando entramos nos dijeron que solo abrían de jueves a domingo, y ese día era miércoles, y la entrada costaba 60 reales (lo que costaba 20 era el estacionamiento!).Para nuestra sorpresa, encontramos un cartel que decía “el día de tu cumpleaños entrás gratis, y si cumplís años de lunes a miércoles (cuando el parque esta cerrado) podes ingresar gratis el domingo o el jueves”(eso nos llevó 4 horas traducirlo, luego de una larga charla con una brasilera a la cual cada uno le entendió algo diferente). Oh casualidad, Richi cumplía años el domingo y yo el martes, o sea que podíamos entrar los dos gratis el domingo. Increíble no?
Nos fuimos re contentos a dormir a una estación de servicio… esperando el domingo con ansiedad, para revivir momentos en los que la adrenalina fluye por tu sangre y te hace sentir sensaciones hermosas.
Los siguientes días no fueron muy alentadores, amanecía lindo y al medio día llovía o al revés, pero no tuvimos un día completo de sol.
Fuimos dos veces a Camboriú, porque era donde había más personas, pero también había más artesanos, y personas vendiendo y nos dimos cuenta de que la gente que estaba ahí no compraba artesanías, sino que se compraba la remera que decía Camboriú o algunas otras cosas hechas en serie.
Uno de esos días le dije a Richi que en lugar de ir a vender artesanías, lleváramos la camilla para hacer masajes. Y salimos los dos como burros de carga, llenos de cosas, ya que dejamos el auto lejos (para no pagar estacionamiento), y tuvimos que caminar muchas cuadras con la camilla, las artesanías, las sábanas y toallas (porque llevé todas las sabanas que tenía porque dije: “acá me voy a pasar la tarde haciendo masajes, y obviamente tengo que poner una sabana por cliente”!). Llegamos al lugar elegido, el punto más céntrico de la playa de Camboriú. Armamos todo e hicimos un cartel casi luminoso, en portugués ,en español, en chino, arameo y cordobés, para que no se nos escape ningún cliente argentino, brasilero, uruguayo, chino..etc, etc, y nos sentamos a esperar mientras tejíamos algunas pulseras.
Pasaron más o menos 10 minutos, y vimos que venían dos hombres, y entre nosotros pensamos “acá nos llenamos!”, me levanté para atender a mis primeros dos clientes, y al verlos alcance a leer en sus remeras la insignia de “fiscalizaçao”, y en ese momento se me cruzó por la mente la frase: “ahora si estamos hasta las manos”. Eran dos oficiales de fiscalización que, cuidando los intereses vaya a saber uno de quien, y con un gran miedo de que le saquemos los clientes, nos desalojaron nuestro bello puesto de masajes.
Así que con la ilusión por el piso y los bolsillos vacíos, como los del Chavo, desarmamos la camilla y nos quedamos ahí un rato más, bastante indignados.
Hasta el momento lo único que nos mantenía en esa zona era que el domingo íbamos a subir gratis a un par de montañas rusas, porque ni el clima ayudaba ni el lugar nos permitía sobrevivir con lo que hacemos, por lo tanto empezamos a gastar lo poco que nos quedaba.
El domingo llegó y nos fuimos a festejar el cumpleaños con la cabeza para abajo en una montaña rusa. Nos desayunamos un rico y tradicional sándwich de verduras, y salimos para el parque de diversiones, el cual pensamos que iba a estar vacío, porque es baja temporada y resulta que no … había miles de personas y había muchos que también cumplían años por esas fechas, así que arrancamos mal, la primera cola fue para que nos den los tickets, la segunda para el baño, la tercera para entrar, la cuarta (esa si que fue larga) para subir a la primera montaña rusa, la quinta para subir a la torre y así con cada cosa que querías hacer en el parque.
El día no fue de los más lindos, estuvo nublado, cada tanto lloviznaba, hasta que se descolgó una lluvia impresionante.
La montaña rusa fue bastante “saladita” así que subimos solo una vez. Pero la torre fue algo impresionante, y yo tenía ganas de subirme una y otra vez, así que eso hice. Me subí 4 veces! Me bajaba, volvía a hacer la cola y me volvía a subir.
Del resto del parque no vimos mucho, ya que tenía zoológico, y no nos agrada para nada ver a los animales encerrados. En el folleto decía “recreando su hábitat natural” pero yo no vi nunca que en la selva haya piso de cemento, ni árboles de cemento, ni casitas, ni cercas eléctricas. Prefiero no haber visto nunca una jirafa o una cebra, a verla encerrada. El animal más animal de todos esta suelto y ellos encerrados. Lo único que me produce es impotencia, bronca y dolor mucho dolor.
En fin. Lo único que queríamos era subir a esos dos artilugios y nada más. Eso hicimos y nos fuimos.
Almorzamos (a las 4 de la tarde) unos ricos sándwiches de verduras, para variar, y festejamos el cumpleaños de Richi, en la misma estación de servicio, esperando que parara un poco la lluvia que ya nos había cansado mucho.
Eso no sucedió, lo que sucedió fue que a eso de las 6 y media de la tarde, me empezó a doler el abdomen (como retorcijones de panza) al cabo de un rato tuve ganas de vomitar y el dolor no sólo no se iba, sino que se intensificaba del lado de derecho (del lado del apéndice).
Así que el panorama no era muy bueno: dolor del lado derecho, vomito, desmayo, un poco de diarrea, faltaba la fiebre y me iba derecho al quirófano.
Como no sabíamos que hacer, ni como funciona el tema de la salud en una zona de Brasil tan globalizada y privatizada y sin el idioma, decidimos agarrar el auto y salir para Uruguay (estábamos a unos 1200 kms de mi casa, supuestamente).
Salimos esa misma noche a las 12 y manejamos 20 horas de corrido (manejó Richi) de las 20 hs tan solo 3 no llovió, las otras 17 fue lluvia constante y en algunos lugares copiosa y abundante, además agarramos un buen tramo de ruta (400 o 500 kms) en construcción, así que en algunas partes íbamos a paso de hombre. Fue el peor viaje de nuestras vidas (hasta el momento), yo dolorida y Richi preocupado, horrible.
Cuando llegamos a Uruguay, la idea era ir a Mercedes (muy cerca de Palmitas) así, si me operaban estábamos cerquita.
Habíamos marcado una ruta en el mapa, pero cuando quisimos agarrar por una de ellas, resultó ser un camino de tierra, así que los 1200 kms, se nos alargaron a 1500, para ir por rutas asfaltadas y principales.
Así que decidimos ir al primer hospital que se nos cruzara por el camino porque yo ya no aguantaba mas el dolor que tenia y a eso se le sumaba la preocupación.
Fuimos al hospital de la ciudad de Minas, donde me vieron varios médicos, uno decía que no era apendicitis, el otro decía que podía ser, hasta que me hicieron un análisis de sangre y el resultado dio que los glóbulos blancos estaban normales y descartaron que fuera apendicitis, por el momento. Estuvimos como 4 horas, los médicos se portaron de maravilla, principalmente una doctora ginecóloga que fue quien pidió el análisis y nos explicó todo maravillosamente bien.
Más tranquilos pero aún con el dolor, nos fuimos a dormir a una estación de servicio, dormimos muy mal, pasamos mucho frío porque teníamos los colchones mojados y helaba. Al otro día (día de mi cumple) nos levantamos tempranito, con las articulaciones congeladas, nos preparamos un rico mate con unos ricos bizcochos uruguayos y partimos rumbo a Palmitas a sorprender a mi familia. El dolor continuaba pero era menor.
La llegada al pueblo fue hermosa, porque nadie pensaba que íbamos a llegar, y menos el día de mi cumple, así que fue una sorpresa y una alegría muy linda, a pesar de que el regreso no había intención de ser así.
Al cabo de unos días, el dolor desapareció, según el Richi lo que tenia un “gas” atómico atravesado, a causa de haberme subido tantas veces a la torre de caída libre, y es muy probable que haya sido por eso que se me han movido los intestinos o algo así. La cuestión es que hicimos una maratón y por suerte no fue nada, pero el susto que nos llevamos va a ser difícil de olvidar.

Desde que estamos en Palmitas nos hemos dedicado a hacer artesanías, y salir a venderlas, en esta zona. En Soriano, por estas fechas, en cada pueblo se festeja la fiesta de la primavera, donde un grupo de personas (por lo general adolescentes, ayudados por sus padres) hacen carrozas y se hace un desfile por las calles.
Las carrozas son temáticas, y algunas intentan dejar un mensaje a las personas.
Son fiestas que se hacen desde hace muchos años en estos pueblos, y algunos todavía mantienen la tradición.
Por lo general son fiestas familiares, donde se aprecia el trabajo de las personas que las hacen y la alegría con la que salen a mostrar su trabajo.
A esas fiestas asiste mucha gente, así que nosotros aprovechamos para vender nuestras artesanías.
En medio de estas fiestas hemos tenido las “elecciones nacionales”, y tuvimos que ir a Montevideo a poner el voto. Fuimos con Gerardo, un muchacho que nos hizo el favor de llevarnos, ya que también tenia que votar allá.
Estuvimos tres días en casa de Yadi, Rafa, Shirley y Martu, con quien fue muy lindo reencontrarnos. Aprovechamos la estadía en Montevideo para recorrer un poco la ciudad vieja, charlar con otros artesanos, recorrer algunas ferias de antigüedades y de cosas “inimaginables” como lo es la famosa feria de Tristán Narvaja, anduvimos por la rambla el día de las elecciones donde pudimos ver la alegría de la gente que salía a la calle con la bandera de su partido a celebrar, o a simplemente decir “yo lo voté”. Compramos insumos para nuestras artesanías, y como nos quedaban unos “pocos pesos” decidimos, que en vez de irnos en ómnibus, nos íbamos a volver con “el gordo” (dedo).
Tomamos un ómnibus hasta el puente Santa Lucia, y de ahí caminamos hasta el peaje. Pasaron dos horas, y no nos había levantado nadie, ni siquiera hicieron el amague de parar. Estábamos contando las monedas para tomarnos el ómnibus que iba a pasar en una media hora… y paró una camioneta con dos muchachos (bien!) nos dijeron que iban hasta Colonia, así que nos podían dejar en Valdense, y de ahí continuaríamos hasta Palmitas. Ni bien salimos, la puso a 130 km/h y zigzagueaba en la ruta….. yo lo miraba a Richi con cara de desesperación, empezaron a decir “que no decaiga!!” y ponían la música al mango. Nosotros con toda la voluntad marcábamos el ritmo con la cabeza y decíamos “que buena música loco” (y para adentro… quien m... será que esta cantando esa porquería…) entre punchi punchi y “que no decaiga” pararon en la banquina y sacaron de la guantera una bolsita con una cantidad considerable de fino polvo blanco (y yo pensé… van a hacer tortas fritas los muchachos… que bueno jaja) de un solo saque el conductor se mandó la merca para adentro… y yo dije.. “muchachos, nos bajamos por acá!!”
Seguimos… zigzagueando….y a los 10 kms, nos bajamos en la ciudad de Libertad, sintiendo eso, la libertad de poder decidir que hacer con nuestras vidas, si perderla gracias a un par de locos que andan manejando en la ruta en ese estado, o tomar las riendas y hacer lo que queramos. Con las últimas monedas nos tomamos el ómnibus unos minutos después, con los bolsillos vacíos, pero llenos de vida y de libertad.






marco de las tres fronteras



compartiendo la mesa, con Renata y Ceci

Matelandia, desde el aire, tomada por Billy(http://www.parafly.com.br/)



Con Billy, Renata y Ceci




Con primos y amigos









Itapema (vista desde la suite de nuestro hotel...mentira era un puente)




Itapema... estaba frio para meterse



Camboriu



Camboriu


después de arruinarnos el negocio del año...




Itapema y una turista media perdida



Meia Praia

Meia Praia (lleno de posibles clientes jaja)



eso nos esperaba....




"Cumpleañeros... el dia de tu cumpleaños entrás gratis"



a punto de subir... y de caer...



Nueva Palmira (Uruguay)


una cabeza más grande que el sol


en casa de quien nos dió hospedaje a nosotros y a todos los de la foto!!


carroza de Cardona, que representa el cambio climatico y que está en "nuestras manos" pararlo


Feria de Tristán Narvaja en Montevideo



Rambla de Montevideo el día de las elecciones



con esa cara... quién te va a levantar??


con el tio Coco y mis hermanos celebrando el campeonato del club Wanderers (y bue... en algun festejo tenemos que estar!)


hasta nos ganamos la copa...



con empleado y todo... (mi mamá)



antes...


y después del tsunami


disfrutando la inundación de las cunetas




esto es más dificil de ver que un dinosaurio vivo!!

miércoles, 16 de septiembre de 2009

VOLVER A SENTIRSE VIVO

Eh aquí, después de unos largos largos meses, nuevamente intentando empezar nuestro viaje. Tengo que confesar que esta despedida de Oncativo fue un poco diferente a la anterior, creo que me costó mucho más separarme de las personas que nos dieron una mano, y digo una mano porque no se como llamarlo: vivir la experiencia de que personas te ayuden en todo lo que pueden porque creen en nuestro sueño, sin pedir absolutamente nada a cambio, no se puede explicar con palabras, lo que yo sentí fue como un nudo, una opresión en el pecho que me llevó hasta las lagrimas. (Es algo que tu cabeza no entiende y tu corazón si).
La despedida con mi familia fue como un “ya vuelvo” porque si algo nos faltaba… era otra piedrita en el camino!! Tengo una fístula…Sí, una fístula!!! Y tengo el 50% de probabilidades de que se cierre y otro 50% de que no, este es el motivo por el cual decidimos ir a Uruguay por dos meses para ver que hacia mi querida y adorada fístula. Ese fue el motivo de la despedida rara con mi familia.
Salimos con rumbo a Concordia, Entre Ríos, para visitar a una amiga de Noe. Salimos a las 6 de la mañana para tratar de hacer 750 Km. en un día con este auto que todavía no tiene nombre (a ver si alguien aporta!). Esa cantidad de Km. con el 1100 nos hubiese llevado 8 semanas y 346 visitas al mecánico!!!!.
Llegamos a casa de Laureana, que vive con sus 3 hijos, Martina, Valentino y Mayka que estaban esperando muy ansiosos la llegada de su papá Rodrigo de España, y con sus padres, Chacha y Mario, Cirilo su hermano, y dos perros, Felipe y Chocky.
Pasamos unos días muy muy lindos, fue muy lindo reencontrarse con todos después de tanto tiempo.
Concordia tiene paisajes muy singulares, la costanera nueva mezclada con construcciones viejas, calles de adoquines, piedras y mucho verde. Entre largas rondas de mate y charla llego la hora de partir, la idea era ir a Salto, Uruguay, a recorrer sus termas e intentar vender algo, pero pensando un poco se me ocurrió en lugar de ir para Uruguay, ir a visitar a unas primas de Noelia que viven en Foz de Iguazú (Brasil). Entonces le pregunte: “¿Qué te parece si en vez de ir a Uruguay vamos a visitar a tus primas y de paso conocemos las cataratas de Iguazú?” y a ella se le iluminaron los ojitos y dijo “¡siii vamos!!!!” Cuando se trata de viajar no tiene incorporado en su vocabulario la palabra “no”, siempre es “si, vamos”
Nos despedimos de Laureana y toda su familia y salimos rumbo al Norte, la idea no era hacer muchos kilómetros, a 50 Km. de Concordia están las termas de Federación, y queríamos conocerlas así que fuimos. Nos encontramos con unas termas totalmente privatizadas, no hay que negar que el predio estaba lindo… pero gratis… solamente el aire!! Pedimos para entrar a conocer y con una cara de “NO” nos dieron 15 minutos para recorrer el predio.
Salimos de las termas y viajamos hasta Santo Tome (Corrientes) con la idea de dormir ahí, pero antes teníamos que cambiar el aceite del auto porque ya había cumplido sus primeros 2000 Km., fuimos a un lubricentro y un hombre nos hizo el cambio de aceite, según Noelia, ese pobre hombre se colgó de un árbol después que nos fuimos porque yo lo acribillé a preguntas “salió todo el aceite?”, “puso bien el tapón?” “ajustó bien el filtro?”, el hombre me miraba y estoy seguro que pensaba que yo no jugaba con todos los jugadores!!!
Fuimos a una estación de servicio y nos estacionamos en la zona de camiones y ahí pasamos la noche. Al otro día salimos temprano, con la idea de llegar lo más cerca de las cataratas así dormir, y salir temprano al otro día para tener tiempo de recorrer todo el Parque Nacional Iguazú.
De repente un cartel que decía “visite Salto Tabay” en Jardín America (Misiones), una invitación tentadora, y sin pensarlo desviamos por un camino hasta llegar al salto, al llegar nos quedamos en silencio tratando de grabar en nuestra memoria lo que nuestras retinas estaban viendo. Elegimos el mejor lugar para almorzar, ya que como no es temporada, había muy pocas personas, entre ellas unas niñas descendientes de Indígenas, con quienes compartimos unas pocas palabras, ellas intentaban vender sus artesanías.
Comimos en un lugar único, donde el sonido del agua que caía por el salto y los pájaros, eran la música de la naturaleza, nada más tranquilizante y emocionante.
Una vez terminado nuestro almuerzo, no sabíamos si seguir o parar a dormir ahí, ya que se había puesto el cielo bastante negro y tenia muchas ganas de llover, decidimos seguir para no quedarnos tan lejos de las cataratas.
Llegando a Esperanza (a 50 Km. del Parque Iguazú), después de viajar varios Km. lloviendo encontramos una estación de servicio, paramos y preguntamos si podíamos dormir bajo un techo, ya que todavía llovía y para armar nuestra suite 4 ruedas, 1000 estrellas, necesitamos una hora ya que tenemos que vaciar todo el auto para poner los colchones y si no lo hacíamos bajo techo se nos iba a mojar todo. Las chicas nos dijeron que si, pero había dos autos en el lugar y tendríamos que esperar hasta las 10 de la noche, recién a esa hora se desocuparía el lugar. Cuando miramos la hora eran las 6 así que como dos palomitas de la virgen nos quedamos sentados arriba del auto mirando como llovía y haciendo algunas pulseras.
Al otro día, después de descansar en nuestra cómoda suite, salimos rumbo al tan deseado Parque Iguazú.
A medida que íbamos acercándonos nuestras caras cada vez estaban más contentas, ya que empezábamos a ver la verdadera selva virgen, quiero comentar esto porque desde el norte de Corrientes y todo Misiones pasamos por muchas deforestaciones forestadas o sea deforestan indiscriminadamente selva autóctona y virgen donde viven miles de especies animales y vegetales, para forestar pino y eucalipto donde no se ve ninguna especie. Esos árboles no le dan vida a ningún animal simplemente sirven para satisfacer las supuestas necesidades (papel, muebles, madera, madera, y mas madera) del animal mas animal: “el ser humano” (o sea nosotros mismos).
No queremos ser pesimistas pero como dice Galeano, “que culpa tiene el espejo de reflejar lo que le ponen enfrente” (nosotros simplemente somos un espejo reflejando la realidad)
Volviendo un poco a la entrada del parque, es sencillamente emocionante las plantas, pájaros, sonidos, aromas, un cóctel de cosas que te llenan el alma y el corazón.
Apenas nos bajamos del auto, íbamos caminando hacia la entrada con Noelia y de repente le digo mira en ese árbol: un majestuoso tucán de pico anaranjado nos daba la bienvenida, nos quedamos mudos viendo como el tucán volaba peleando con dos pajaritos más pequeños.
Entramos al Parque muy emocionados queríamos ver todo y disfrutar, no mirar y listo, como dice Atahualpa Yupanqui: “para el que mira sin ver, la tierra, es tierra no más”, queríamos disfrutar cada paso, cada árbol, cada aroma, cada pájaro, caminamos por un sendero llamado sendero verde, ese fue nuestro primer acercamiento real con la selva (así lo sentimos) luego de caminar unos 700 mts llegamos al primer salto, llamado “Salto Chico” donde se veían de fondo los saltos grandes.
Llegó el momento de tratar de describir algo que no se puede describir, al llegar a las cataratas grandes te inunda un sentimiento de respeto, son muchos sentimientos juntos, agradecerle a la naturaleza por tal maravilla, las cataratas demuestran un poderío que te hace erizar la piel, son imponentes y te hacen sentir pequeño, muy pequeño. Con todas esas cosas pasando por nuestras cabezas tratamos, sin lograrlo, captar un poco de todo esto con una foto, para poder trasmitir a ustedes lo que sentimos en ese momento, pero al verlas, nos damos cuenta de que no lo logramos.
Después de realizar diferentes paseos, el superior, donde se ven las cataratas desde arriba, y el inferior, que se ven desde abajo y teniendo en nuestra cámara varias fotos y grabaciones explicando que era cada cosa y describiendo un poco nuestras emociones, llegó la hora de ir a la “Garganta de diablo”, con solo nombrarla, asusta, no?. Quedaba a unos 2.5 Km. que se podía ir caminando o en tren, y ¿adivinen como fuimos?: en tren, por supuesto! (típico de un gordito y una vaguita)
El tren te deja a unos 1100 mts y tenes que caminar por unas pasarelas que van por arriba del río. Comenzamos la caminata escuchando el sonido de la garganta y viendo esa bruma que levanta al caer semejante cantidad de agua. Al irnos acercando los nervios se iban apoderando de uno, ese sonido que se escucha a un kilómetro de distancia, es verdaderamente impresionante. Finalmente estábamos los dos parados bien en frente de la garganta sin poder hablar solo observando y viviendo ese majestuoso momento en que tus ojos están tratando de no perder detalles, tu cabeza en blanco y tu corazón latiendo a mil por hora… observando… solo observando y disfrutando, tratando de guardar ese momento en tu mente y en tu corazón. Lentamente fuimos saliendo de ese estado y como habíamos estado haciendo hasta el momento quisimos sacar unas fotos y hacer algunas filmaciones. Noelia estaba linda y bella como siempre posando para una foto cuando de repente en el visor de nuestra cámara y hasta el momento una amiga, nos puso “inserte memory stick”, o sea, imagínense, el memory stick estaba insertado! Imaginen nuestras caras! Se perdieron el 90 % de las fotos que habíamos sacado ese día (porque las fotos que teníamos en la cámara de hace tres meses, estaban!! Que bueno!! Jaja)
Con la cara larga como calzoncillo colgado de piola, formateamos la cámara y volvimos corriendo a hacer el circuito inferior para volver a sacar algunas fotos, solo teníamos 40 minutos ya que el parque cerraba a las 6 y eran las 5y 20. Sabemos que las fotos no son lo más importante pero cuando mirás una foto te remontas a ese momento que viviste, y eso es lo que queremos con nuestras fotos, revivir momentos ya vividos.
Cuando estábamos saliendo del Parque, Noelia vio un cartel que decía “selle hoy su ticket y mañana pague el 50 % de la entrada” y dijimos… si no lo hacemos ahora, no lo hacemos más, así que sellamos las entradas y volvimos al otro día para caminar por el “sendero Macuco”, que es un sendero de 7 Km. ida y vuelta por el medio de la selva, donde se pueden ver pájaros de todo tipo, monos, serpientes, arañas, coati, pumas, yaguareté, entre otras cosas, hasta llegar a un salto llamado salto Arrechea, y embarrados hasta la cabeza (porque había llovido toda la noche) volvimos a la Garganta del diablo, lugar al que volveríamos una y mil veces.
Salimos del parque diciendo “GRACIAS” por regalarnos tanta belleza, agarramos el auto y salimos para Foz de Iguazú donde estamos ahora, en la casa de Renata (prima de Noe) Billy, Ceci y Karini, donde estamos pasando muy lindos momentos que luego contaremos y comiendo muy sabrosas comidas!!

Ahhh!!!! Me olvidaba, queremos agradecer a Vosotras, a la Gringa y a toda su familia, porque antes de salir de Oncativo, gracias a su imaginación y empeño, hice un curso acelerado de artesano. El me diseñó varias herramientas para poder hacer anillos con monedas viejas. GRACIAS por habernos aguantado y por prenderse en mis locuras.



CON VOSOTRAS Y LA GRINGA EN ONCATIVO
COMIENDO UN ASADO EN FAMILIA

DESMONTANDO LA CABEZA DE RICHI


INTENTANDO HACER UN ANILLO CON MI AYUDANTE FACUNDO


CONCORDIA





LALA, MAYKA, MARTI, VALEN, NOE Y RICHI


SUITE

SALTO TABAY




PARQUE NACIONAL IGUAZU