miércoles, 16 de septiembre de 2009

VOLVER A SENTIRSE VIVO

Eh aquí, después de unos largos largos meses, nuevamente intentando empezar nuestro viaje. Tengo que confesar que esta despedida de Oncativo fue un poco diferente a la anterior, creo que me costó mucho más separarme de las personas que nos dieron una mano, y digo una mano porque no se como llamarlo: vivir la experiencia de que personas te ayuden en todo lo que pueden porque creen en nuestro sueño, sin pedir absolutamente nada a cambio, no se puede explicar con palabras, lo que yo sentí fue como un nudo, una opresión en el pecho que me llevó hasta las lagrimas. (Es algo que tu cabeza no entiende y tu corazón si).
La despedida con mi familia fue como un “ya vuelvo” porque si algo nos faltaba… era otra piedrita en el camino!! Tengo una fístula…Sí, una fístula!!! Y tengo el 50% de probabilidades de que se cierre y otro 50% de que no, este es el motivo por el cual decidimos ir a Uruguay por dos meses para ver que hacia mi querida y adorada fístula. Ese fue el motivo de la despedida rara con mi familia.
Salimos con rumbo a Concordia, Entre Ríos, para visitar a una amiga de Noe. Salimos a las 6 de la mañana para tratar de hacer 750 Km. en un día con este auto que todavía no tiene nombre (a ver si alguien aporta!). Esa cantidad de Km. con el 1100 nos hubiese llevado 8 semanas y 346 visitas al mecánico!!!!.
Llegamos a casa de Laureana, que vive con sus 3 hijos, Martina, Valentino y Mayka que estaban esperando muy ansiosos la llegada de su papá Rodrigo de España, y con sus padres, Chacha y Mario, Cirilo su hermano, y dos perros, Felipe y Chocky.
Pasamos unos días muy muy lindos, fue muy lindo reencontrarse con todos después de tanto tiempo.
Concordia tiene paisajes muy singulares, la costanera nueva mezclada con construcciones viejas, calles de adoquines, piedras y mucho verde. Entre largas rondas de mate y charla llego la hora de partir, la idea era ir a Salto, Uruguay, a recorrer sus termas e intentar vender algo, pero pensando un poco se me ocurrió en lugar de ir para Uruguay, ir a visitar a unas primas de Noelia que viven en Foz de Iguazú (Brasil). Entonces le pregunte: “¿Qué te parece si en vez de ir a Uruguay vamos a visitar a tus primas y de paso conocemos las cataratas de Iguazú?” y a ella se le iluminaron los ojitos y dijo “¡siii vamos!!!!” Cuando se trata de viajar no tiene incorporado en su vocabulario la palabra “no”, siempre es “si, vamos”
Nos despedimos de Laureana y toda su familia y salimos rumbo al Norte, la idea no era hacer muchos kilómetros, a 50 Km. de Concordia están las termas de Federación, y queríamos conocerlas así que fuimos. Nos encontramos con unas termas totalmente privatizadas, no hay que negar que el predio estaba lindo… pero gratis… solamente el aire!! Pedimos para entrar a conocer y con una cara de “NO” nos dieron 15 minutos para recorrer el predio.
Salimos de las termas y viajamos hasta Santo Tome (Corrientes) con la idea de dormir ahí, pero antes teníamos que cambiar el aceite del auto porque ya había cumplido sus primeros 2000 Km., fuimos a un lubricentro y un hombre nos hizo el cambio de aceite, según Noelia, ese pobre hombre se colgó de un árbol después que nos fuimos porque yo lo acribillé a preguntas “salió todo el aceite?”, “puso bien el tapón?” “ajustó bien el filtro?”, el hombre me miraba y estoy seguro que pensaba que yo no jugaba con todos los jugadores!!!
Fuimos a una estación de servicio y nos estacionamos en la zona de camiones y ahí pasamos la noche. Al otro día salimos temprano, con la idea de llegar lo más cerca de las cataratas así dormir, y salir temprano al otro día para tener tiempo de recorrer todo el Parque Nacional Iguazú.
De repente un cartel que decía “visite Salto Tabay” en Jardín America (Misiones), una invitación tentadora, y sin pensarlo desviamos por un camino hasta llegar al salto, al llegar nos quedamos en silencio tratando de grabar en nuestra memoria lo que nuestras retinas estaban viendo. Elegimos el mejor lugar para almorzar, ya que como no es temporada, había muy pocas personas, entre ellas unas niñas descendientes de Indígenas, con quienes compartimos unas pocas palabras, ellas intentaban vender sus artesanías.
Comimos en un lugar único, donde el sonido del agua que caía por el salto y los pájaros, eran la música de la naturaleza, nada más tranquilizante y emocionante.
Una vez terminado nuestro almuerzo, no sabíamos si seguir o parar a dormir ahí, ya que se había puesto el cielo bastante negro y tenia muchas ganas de llover, decidimos seguir para no quedarnos tan lejos de las cataratas.
Llegando a Esperanza (a 50 Km. del Parque Iguazú), después de viajar varios Km. lloviendo encontramos una estación de servicio, paramos y preguntamos si podíamos dormir bajo un techo, ya que todavía llovía y para armar nuestra suite 4 ruedas, 1000 estrellas, necesitamos una hora ya que tenemos que vaciar todo el auto para poner los colchones y si no lo hacíamos bajo techo se nos iba a mojar todo. Las chicas nos dijeron que si, pero había dos autos en el lugar y tendríamos que esperar hasta las 10 de la noche, recién a esa hora se desocuparía el lugar. Cuando miramos la hora eran las 6 así que como dos palomitas de la virgen nos quedamos sentados arriba del auto mirando como llovía y haciendo algunas pulseras.
Al otro día, después de descansar en nuestra cómoda suite, salimos rumbo al tan deseado Parque Iguazú.
A medida que íbamos acercándonos nuestras caras cada vez estaban más contentas, ya que empezábamos a ver la verdadera selva virgen, quiero comentar esto porque desde el norte de Corrientes y todo Misiones pasamos por muchas deforestaciones forestadas o sea deforestan indiscriminadamente selva autóctona y virgen donde viven miles de especies animales y vegetales, para forestar pino y eucalipto donde no se ve ninguna especie. Esos árboles no le dan vida a ningún animal simplemente sirven para satisfacer las supuestas necesidades (papel, muebles, madera, madera, y mas madera) del animal mas animal: “el ser humano” (o sea nosotros mismos).
No queremos ser pesimistas pero como dice Galeano, “que culpa tiene el espejo de reflejar lo que le ponen enfrente” (nosotros simplemente somos un espejo reflejando la realidad)
Volviendo un poco a la entrada del parque, es sencillamente emocionante las plantas, pájaros, sonidos, aromas, un cóctel de cosas que te llenan el alma y el corazón.
Apenas nos bajamos del auto, íbamos caminando hacia la entrada con Noelia y de repente le digo mira en ese árbol: un majestuoso tucán de pico anaranjado nos daba la bienvenida, nos quedamos mudos viendo como el tucán volaba peleando con dos pajaritos más pequeños.
Entramos al Parque muy emocionados queríamos ver todo y disfrutar, no mirar y listo, como dice Atahualpa Yupanqui: “para el que mira sin ver, la tierra, es tierra no más”, queríamos disfrutar cada paso, cada árbol, cada aroma, cada pájaro, caminamos por un sendero llamado sendero verde, ese fue nuestro primer acercamiento real con la selva (así lo sentimos) luego de caminar unos 700 mts llegamos al primer salto, llamado “Salto Chico” donde se veían de fondo los saltos grandes.
Llegó el momento de tratar de describir algo que no se puede describir, al llegar a las cataratas grandes te inunda un sentimiento de respeto, son muchos sentimientos juntos, agradecerle a la naturaleza por tal maravilla, las cataratas demuestran un poderío que te hace erizar la piel, son imponentes y te hacen sentir pequeño, muy pequeño. Con todas esas cosas pasando por nuestras cabezas tratamos, sin lograrlo, captar un poco de todo esto con una foto, para poder trasmitir a ustedes lo que sentimos en ese momento, pero al verlas, nos damos cuenta de que no lo logramos.
Después de realizar diferentes paseos, el superior, donde se ven las cataratas desde arriba, y el inferior, que se ven desde abajo y teniendo en nuestra cámara varias fotos y grabaciones explicando que era cada cosa y describiendo un poco nuestras emociones, llegó la hora de ir a la “Garganta de diablo”, con solo nombrarla, asusta, no?. Quedaba a unos 2.5 Km. que se podía ir caminando o en tren, y ¿adivinen como fuimos?: en tren, por supuesto! (típico de un gordito y una vaguita)
El tren te deja a unos 1100 mts y tenes que caminar por unas pasarelas que van por arriba del río. Comenzamos la caminata escuchando el sonido de la garganta y viendo esa bruma que levanta al caer semejante cantidad de agua. Al irnos acercando los nervios se iban apoderando de uno, ese sonido que se escucha a un kilómetro de distancia, es verdaderamente impresionante. Finalmente estábamos los dos parados bien en frente de la garganta sin poder hablar solo observando y viviendo ese majestuoso momento en que tus ojos están tratando de no perder detalles, tu cabeza en blanco y tu corazón latiendo a mil por hora… observando… solo observando y disfrutando, tratando de guardar ese momento en tu mente y en tu corazón. Lentamente fuimos saliendo de ese estado y como habíamos estado haciendo hasta el momento quisimos sacar unas fotos y hacer algunas filmaciones. Noelia estaba linda y bella como siempre posando para una foto cuando de repente en el visor de nuestra cámara y hasta el momento una amiga, nos puso “inserte memory stick”, o sea, imagínense, el memory stick estaba insertado! Imaginen nuestras caras! Se perdieron el 90 % de las fotos que habíamos sacado ese día (porque las fotos que teníamos en la cámara de hace tres meses, estaban!! Que bueno!! Jaja)
Con la cara larga como calzoncillo colgado de piola, formateamos la cámara y volvimos corriendo a hacer el circuito inferior para volver a sacar algunas fotos, solo teníamos 40 minutos ya que el parque cerraba a las 6 y eran las 5y 20. Sabemos que las fotos no son lo más importante pero cuando mirás una foto te remontas a ese momento que viviste, y eso es lo que queremos con nuestras fotos, revivir momentos ya vividos.
Cuando estábamos saliendo del Parque, Noelia vio un cartel que decía “selle hoy su ticket y mañana pague el 50 % de la entrada” y dijimos… si no lo hacemos ahora, no lo hacemos más, así que sellamos las entradas y volvimos al otro día para caminar por el “sendero Macuco”, que es un sendero de 7 Km. ida y vuelta por el medio de la selva, donde se pueden ver pájaros de todo tipo, monos, serpientes, arañas, coati, pumas, yaguareté, entre otras cosas, hasta llegar a un salto llamado salto Arrechea, y embarrados hasta la cabeza (porque había llovido toda la noche) volvimos a la Garganta del diablo, lugar al que volveríamos una y mil veces.
Salimos del parque diciendo “GRACIAS” por regalarnos tanta belleza, agarramos el auto y salimos para Foz de Iguazú donde estamos ahora, en la casa de Renata (prima de Noe) Billy, Ceci y Karini, donde estamos pasando muy lindos momentos que luego contaremos y comiendo muy sabrosas comidas!!

Ahhh!!!! Me olvidaba, queremos agradecer a Vosotras, a la Gringa y a toda su familia, porque antes de salir de Oncativo, gracias a su imaginación y empeño, hice un curso acelerado de artesano. El me diseñó varias herramientas para poder hacer anillos con monedas viejas. GRACIAS por habernos aguantado y por prenderse en mis locuras.



CON VOSOTRAS Y LA GRINGA EN ONCATIVO
COMIENDO UN ASADO EN FAMILIA

DESMONTANDO LA CABEZA DE RICHI


INTENTANDO HACER UN ANILLO CON MI AYUDANTE FACUNDO


CONCORDIA





LALA, MAYKA, MARTI, VALEN, NOE Y RICHI


SUITE

SALTO TABAY




PARQUE NACIONAL IGUAZU