domingo, 8 de marzo de 2009

FEBRERO: EL MES MAS CORTO Y A SU VEZ EL MAS LARGO

Después de nuestra expedición a Cabo Polonio, regresamos a casa de Noelia con la cabeza puesta en que, en pocos días arrancaríamos a recorrer la costa del Río Uruguay y luego Río de la Plata. Antes de arrancar, decidimos ir a visitar a Matilde y Rodolfo, amigos de Noelia, que hacía muy poquito que habían sido padres! Fuimos hasta su casa en Santa Catalina a conocer a la nueva integrante de la familia: Martina.Al regresar empezamos a preparar todo para cargar el auto y, con mi oído de mecánico, escuche un ruido en el motor que no me parecía común. Cuando lo llevo a un mecánico de verdad resultó que lo que yo pensaba no tenia nada que ver (cada vez me doy más cuenta que de mecánica no se nada). Paco, nuestro mecánico (y ahora amigo) nos dijo que para él era la cadena de distribución. Empezamos averiguar por el repuesto y resulta que original del Fiat 1100 ya no se consigue más, pero gracias a una llamada a Argentina a una casa especializada en Fiat nos dieron la solución con un repuesto que es para Fiat 600. Ya sabíamos que existía la solución, pero en Argentina, tratamos de averiguar en Uruguay pero nos pedían una locura y no sabíamos si eran los mismos repuestos y no nos permitían la devolución en caso de que no nos sirviera.Decidimos mandarlas a buscar a la Argentina, llamamos a mi hermana Silvina para ver si nos podía ayudar, y como respuesta recibimos un si, no podía ser de otra manera viniendo de mi hermana que se tuvo que ir a Córdoba, buscar el repuesto, empacarlo y despacharlo por una empresa de colectivos (haciéndome pasar a mi como por ciclista y a los repuestos como repuestos para bici). Le debemos una a mi hermana.Al llegar los repuestos a Montevideo, Yadi nos hizo el favor de retirarlos y de enviárnoslo por encomienda a Palmitas. Ya con todo listo para arreglar nuestro 1100, Paco y sus ayudantes pusieron manos a la obra y en medio día ya estaba en marcha y con ganas de salir a las rutas, ahora sin ruidos ni fallas.Al día siguiente lo cargamos, y el 4 de febrero salimos en busca de nuestro nuevo destino: Carmelo, no sin antes pasar por los balnearios La Agraciada y Zagarzazu para vender nuestras artesanías.En Carmelo nos esperaban unos amigos, María José, Andrés y su hijo de dos años, Juan. Nos quedamos en su casa y nos hicieron sentir como si fuese nuestra. Al llegar el fin de semana decidimos hacer un recorrido por las playas más cercanas en busca de vender artesanías, volvimos a la Agraciada, donde pasamos la noche, al otro día pasamos por Nueva Palmira y Zagarzazu, y de tardecita volvimos a Carmelo.Recorriendo un poco las calles de esta ciudad nos encontramos con dos chicos que iban caminando hacia la playa cargando bolsos y mochilas, "que tal si paramos y les ayudamos" le comente a Noelia y dimos la vuelta. Noelia les preguntó si querían cargar las cosas en el portaequipaje del auto y ellos, muy contentos y cansados nos dijeron "si". Los esperamos en la playa y al ratito llegaron en una camioneta: "nos dijeron que los uruguayos eran amables, pero nunca creímos que tanto"... nos contaron que recién llegaban a Uruguay, son titiriteros y se conocieron en Buenos Aires y decidieron recorrer el Uruguay juntos. Ella, Soan, es francesa y hace dos años que esta viajando por America del Sur, y su intención, como la nuestra es llegar a México, nos cuenta que se le hace muy difícil avanzar porque le cuesta mucho desprenderse de los lugares y las personas que conoce. El, Fede, es de Mendoza. Hacen un show de títeres y también cantan. La verdad es que nos hizo muy bien conocer a estos dos viajeros porque nos hacen sentir que cuando uno busca con el corazón, no existe lo imposible.Al otro día, después de una triste despedida ya que, Juan (el hijo de María y Andrés) se puso a llorar desconsolado salimos con un nuevo destino, Colonia del Sacramento una ciudad con mucha historia que queríamos conocer, pero para nuestra sorpresa al llegar a nuestro destino fuimos a información turística y nos dijeron que no había donde acampar y para una estadía de algunos días en el Hilton no nos alcanzaba ya que sacamos la cuenta y teníamos que vender 1.354.123 pulseritas para 1 noche en la suite presidencial. Nos dijeron que muy cerca de ahí en un lugar llamado Santa Ana existía un camping, y decidimos ir. Al llegar automáticamente me encantó el lugar, una inmensa cantidad de árboles y pájaros muy respetado por los habitantes del pueblo, buscamos un camping y dimos con uno que nos pareció caro, seguimos dando vueltas y encontramos a una mujer que vendía tortas fritas, que estaba acampando en un lugar muy lindo, le preguntamos cuanto salía acampar ahí y nos dijo que era gratis, en menos de 10 segundos ya teníamos todo armadito y listo para quedarnos un par de días. Los días pasaban muy lentos, nos dedicamos a las artesanías, al ocio, la lectura, las caminatas y la venta. Santa Ana se fundó en 1946 y en ese entonces se plantaron medio millón de árboles, esta ubicado en las costas del Río de la Plata y tiene cerca de 1000 habitantes y muchos turistas de todas partes.Las ventas fueron tan bien que nos quedamos sin material, teníamos que ir si o si a Montevideo a comprarlo, pero nuevamente mi oído clínico escucho un ruido en el motor (creo que ya es un problema escuchar ruidos que no existen), entonces le dije a Noelia "vamos a tener que ir al mecánico", al llegar al mecánico (un día viernes a las 10 de la mañana) en la puerta del taller había un gran cartel que decía "CERRADO", pero Noelia se bajo igual porque vio una puerta abierta y cuando vio al mecánico le dijo "hola, usted es el mecánico? usted sabe que tenemos un Fiat 1100 y no se que tiene que hace un ruidito en el motor y quisiera saber si usted lo puede ver, el hombre con los ojos como dos huevos fritos le dijo "Sorry, No hablo español", en ese momento los ojos de huevo fritos los tenia Noelia que tenia que explicarle al mecánico todo en ingles, ah OK dijo Noelia "the car is not broken but the motor hace un ruidito tiqui tiqui you can see the car? (la supuesta traducción al español : el auto no esta roto pero el motor hace un ruidito tiqui tiqui usted puede verlo?).Resulta que el mecánico era de Arizona y se había venido manejando desde Arizona hasta Panamá en una camioneta con un trailer, pero en Panamá tuvo que vender todo porque le cobraban mucho para pasarlo a Colombia y hacia poco tiempo que estaba viviendo en Santa Ana, nos revisó el auto y nos dijo que estaba todo bien (bah creemos que nos dijo eso). Nosotros salimos muy contentos ya que el 1100 nos había hecho conocer a un nuevo viajero.Estando en Santa Ana, nos enteramos que Agarrate Catalina (nuestra murga preferida) estaba en Juan Lacaze, un pueblo a unos 15 Km. de ahí. Era la fiesta del sábalo, Agarrate Catalina tocó como a las 3 y duró hasta las 5 de la mañana, llegamos a nuestro campamento como a las 6 y salimos rumbo a Montevideo a las 8, medios dormidos.Allá nos esperaba Yadi la amiga de Noelia, dejamos el auto en la casa y nos fuimos a lo de Vanesa (la misma que nos hospedó en Cabo Polonio). Ella vive con su hermana Lujan (que amablemente nos cedió su cuarto) y Gabi. Pasamos 5 espectaculares días, conocimos a muchos amigos, fuimos al tablado a ver murgas, lubolos y parodistas, ya que en febrero y marzo hay celebraciones de carnaval, nos reencontramos con otras amigas, Paulina y Magdalena, paseamos por la ciudad vieja, fuimos al museo del carnaval, que se renueva año tras año, y paseamos por el mercado del puerto, vimos artesanías, y charlamos con un artesano que había vivido muchos años en ColombiaPara aprovechar el fin de semana largo, por carnaval, decidimos ir a Los Pinos, departamento de Colonia, y probar suerte con las ventas, ya que en Montevideo no salimos a vender.Vanesa, decidió ir a visitar a su familia a Palmitas, así que la llevamos con nosotros hasta nuestro destino. Llegamos a Los Pinos, y acampamos debajo de unos grandes pinos (ahí es cuando nos dimos cuenta, el por que del nombre del lugar!!). A la tardecita pusimos el puesto en el centro, las ventas no fueron muy buenas, pero la pasamos muy bien porque había música en vivo.Volviendo para el campamento vimos que había una tormenta pero Noelia dijo "no creo que llueva"Nos acostamos y nos dimos cuenta que no estábamos solos, teníamos la visita de no menos de 500 mil hormigas, que no respetaban nada, usaban nuestro auto como hormiguero y pasaban por encima de nuestra carpa.Estábamos tan cansados que no escuchábamos nada, cuando de repente me despierto y sentí mojada mi cabeza, llovía mucho y nuestra carpa no es para lluvia… solo viento y sol… cuando llueve, se moja todo en 5 minutos. Pasamos todas las cosas que se podían mojar, a la carpa, y nosotros nos metimos en el auto, con nuestras amigas las hormigas, yo dormí en el asiento delantero y Noelia, en un colchón con medio cuerpo metido en el baúl, ya que la tormenta no nos dio el tiempo para sacar el asiento.Yo no podía dormir, porque el viento sacudía al auto y pensaba que algún pino no iba a soportar los fuertes vientos.Madrugamos a la 1 y 30 de la tarde, cuando paró la lluvia y el viento. Empezamos a pensar en irnos para Santa Ana, ya que el lugar nos había gustado mucho. En eso, recibimos un mensaje de Elisa, una amiga de Noelia, que decía que estaba en Santa Ana en la casa de sus suegros…mejor imposible! Desarmamos todo, y volvimos a Santa Ana, pero esta vez con la invitación de Sebastian y Elisa que nos dieron alojamiento. Pasamos 3 días hermosos, entre asados, charlas y algunas cervecitas. Lamentablemente ellos tenían que volver a sus trabajos, así que nos despedimos y nos fuimos nuevamente al camping, en el cual estuvimos 6 días acampando al lado de unos pescadores.Un día armamos el puesto en un punto donde la gente baja a la playa y se acercó un matrimonio con sus hijas y una pareja. Estuvimos hablando un rato, ya que una de las parejas pinta cuadros y exponen en galerías.Estuvimos charlando con ellos, y nos contaron que vivían en Colonia y nos ofrecieron un lugar para acampar en su patio, bajo una higuera. Quedamos sorprendidos por la amabilidad de esta familia. Intercambiamos teléfonos y al otro día le mandamos un mensaje y nos respondieron que nos esperaban.Cuando menos nos dimos cuenta, estábamos bajo la higuera en la casa de Gustavo, con su mujer Corina, sus dos hijas Soliana y Milagros y Arildo su abuelo.A la noche, comimos un estofado de pollo con toda la familia de Gustavo y la pareja de pintores Ana (salvadoreña) y Marcelo (uruguayo).Al otro día fuimos a conocer parte de la historia que guarda Colonia del Sacramento, fuimos a la ciudad vieja que esta llena de construcciones portuguesas y españolas, y se entremezclan distintas épocas coloniales, con calles de adoquines, muros de casas de virreyes, museos, murallas, cañones, restos de conventos, iglesias, el faro, la puerta de la ciudad y mucha pero mucha historia. Estuvimos leyendo parte de su historia en los carteles informativos.Paseando por la ciudad, nos encontramos con Willy, amigo de Vanesa, con quien habíamos compartido unos días en Cabo Polonio y en Montevideo. Fue una grata sorpresa y una gran alegría volverlo a ver.El miércoles por la mañana, con lluvia y todo, desarmamos la carpa, y partimos rumbo a Palmitas, ya que el viernes por la mañana nos íbamos en un minibus a Montevideo, a esperar a Emiliano, el hermano de Noelia, que volvía de España, después de 4 años de ausencia.Como bienvenida, hicimos un asado con el Tío Coco por la noche.Queremos pedir disculpas por tardar tanto tiempo en actualizar nuestro blog, y agradecer a todas las personas que siguen nuestra historia!

sábado, 7 de marzo de 2009

COLECCIONANDO FOTOS 2

Rodolfo, Matilde y su pequeña de sólo 10 días, Martina
en casa de Matilde y Rodolfo

Con Paco, el mecánico, y sus ayudantes

el 1100 en la Agraciada, junto al monumento en homenaje al desembarco de los 33 Orientales


nuestra primer comida al aire libre, en la Agraciada


en Carmelo, detrás: el puente giratorio



Con Soan y Fede (los titiriteros) en Carmelo

Andrés, María José y Juan

atardecer en Santa Ana

vendiendo en Santa Ana

en Santa Ana


en Santa Ana




proximamente....





en Santa Ana


con la Mama Vieja en el tablado



Murga Asaltantes con patente en el tablado


en el tablado con Vero, Facundo, Vanesa y un murguista de Asaltantes con patente


museo del carnaval


museo del carnaval



museo del carnaval


museo del carnaval

Plaza Independencia, Montevideo

con Paulina y Magdalena en Montevideo


en casa de Vane en Montevideo (adelante: Martin, Vero, Richi; atrás: Gabi, Nacho, Facundo, Noe, Vane y Willy)

el 1100 en la puerta de la ciudadela en Montevideo




los Pinos

en Los Pinos

Con Elisa, Sebastián y Sami en Santa Ana

Santa Ana

menú diario (vegetariano y económico)

Santa Ana

difrutando la lluvia en Santa Ana

preparados para la lluvia en Santa Ana




suite presidencial del fiat en Santa Ana




Ricardo con un sábalo que luego comimos





en Colonia, un auto antiguo bar y otro maceta





en la puerta de la ciudad de Colonia (barrio historico) con Willy




en la calle de los suspiros en Colonia




Ricardo, Arildo, Gustavo, Corina, Noelia y las niñas Sol y Mili




Ricardo en plena guerra colonial




Calle de los suspiros (Colonia)




con Yadi en el aeropuerto





el reencuentro





mami y emi




todos los que fuimos al aeropuerto (Richi, Oscar, Manuel, Yadi, Noe, ma Teresa, Nelly, Atilio, Pablo, Romina, Rafa, Vanesa, Esteban, Joaquin y Emi en el suelo.





El Emi con el tio Coco